Dersú Uzala es una película dirigida por Akira Kurosawa en 1975 en una producción soviético-japonesa. La película narra la amistad de un capitán ruso, Vladimir Arséniev (encarnado por Yuri Solin), con un cazador nativo (que da nombre a la película encarnado por Maxim Munzkuk quien también era cazador y de carácter parecido al personaje). Arséniev recopiló sus vivencias en unas Memorias que están en la base del guion de esta película. Vladimir era militar y geógrafo, y con un pequeño destacamento va cartografiando parte de la enorme región de Siberia a principios del siglo XX, entre 1905 y 1907. La película tiene una valoración muy positiva y ha dado lugar a reflexiones interesantes.
Dividida en dos partes, es una película en la que se retrata algo difícil de ver en el cine: la amistad. Una amistad basada en el respeto y el cariño mutuos que se muestra en las distintas peripecias vividas en las dos expediciones. Estamos en la antípodas de lo visto, por ejemplo, en La huella (Mankiewicz 1972). Aunque dos son los protagonistas, Dersú es el centro (de hecho da título a la película). Él es el “extraño”, el “diferente» a quien vemos con los ojos del capitán que narra la historia (también con la voz en off). Y es desde esa extrañeza que para nosotros provoca su manera de ser, su manera de pensar y sentir, desde la que vamos a aprender a mirarnos dentro de nosotros mismos, a mirar la naturaleza, a conocernos desde el “espejo” del diferente, como lo hicieron el capitán y sus soldados.
Una persona y una relación entrañables
Desde el comienzo, Dersú se nos aparece como una persona entrañable, capaz de despertar un afecto hondo y fraterno. Se da en él una mezcla atractiva de fortaleza y ternura.
Fortaleza por su oficio de cazador que pasa dificultades físicas: frío, largos inviernos, intemperie, diversos peligros, trampas de los comerciantes a los que vende sus presas… Una vida solitaria que ha pasado por el dolor de la muerte de su familia, su mujer e hijos, por una epidemia de varicela.
La ternura que sentimos por su persona se debe a varias razones. Su aparente ingenuidad al hablar de la naturaleza; la compasión que muestra en diversas ocasiones: el cuidado del viejo con el que se encuentran, la comida que nunca hay que tirar porque a otros puede venir bien, el cuidado de muertos y moribundos. Estos rasgos no le hacen ciego a la maldad humana de la que se nos narra un episodio de violencia cruel por parte de un grupo de chinos contra los nativos del lugar…
La ternura tiene que ver con lo tierno, lo blando. Es un sentimiento que nos lo despierta lo frágil que pide cuidado cariñoso, lo amable en su pequeñez. La Real Academia la define como “sentimiento de cariño entrañable”. Es por lo tanto, una modalidad de amor, un amor muy puro, desinteresado, que busca el bien del otro y en el que se encuentra serenidad y descanso. Es un significado muy cercano al de “entrañable”. Lo entrañable tiene que ver con las entrañas, que son tanto físicas (las vísceras) como emocionales. La entraña de algo pasa a significar el núcleo íntimo de algo, habla del dentro íntimo, y lo entrañable significará lo que afecta a ese dentro íntimo, lo que se toca con respeto y delicadeza, ese dentro en el que reconocemos lo más propio.
Dersú se presenta como entrañable, despierta ternura y respeto. Desvela a los demás que hay una forma de trato que nos gusta vivir pero que a veces olvidamos en este mundo duro en el que no encontramos el sosiego que nos gustaría porque no hay lugar para el descanso de la confianza.
El carácter entrañable de Dersú, además de su aparente ingenuidad y mirada “infantil” sobre algunas realidades, viene dado por su bondad, por su carácter bondadoso. La dimensión moral de las acciones está muy presente en esta película y en las intervenciones de Dersú. Está claro que para él la bondad/maldad es una dimensión básica. Esta bondad se expresa como compasión, ayuda al otro, cumplir con la misión encomendada… Y es la base fuerte de la amistad que nace y crece entre los dos protagonistas.
La amistad
La amistad entre el capitán y el cazador es una amistad fuerte porque se vive desde la bondad. Cada uno mira al otro en su realidad propia respetando su forma de ser. Una forma de ser, la del otro, que resulta atractiva, pero con la que uno no se tiene por qué identificar (cada uno tiene su camino personal, su carácter). Respetar al otro en su identidad propia es un ingrediente esencial de una amistad fuerte. En la amistad habrá ocasiones para la discusión, la discrepancia, pero siempre en el respeto mutuo.
No son simplemente colegas que se respetan. Se tienen un fuerte cariño mutuo que se vive en la alegría del estar juntos. La escena del reencuentro es entrañable, infantil en algunos movimientos, y despierta en nosotros el deseo de vivir reencuentros de esa clase. No estoy completo sin ti experimentan los amigos. Mi identidad tiene como ingrediente mi estar contigo, mi compartir proyectos juntos, aunque no siempre se pueda estar juntos.
Aunque la amistad se fortalece y construye con la convivencia, no siempre se puede (o se debe) estar juntos. Esto lo diferencia de otro tipo de relaciones, la matrimonial, la familiar en determinadas etapas, las relaciones de pareja. En esta frase abajo citada, hacia el final de la película, se expresa que el camino personal puede cerrarse si las circunstancias no son las propicias. La amistad será dejar de estar juntos, dejar ir al que es lugar propio de cada uno.
En la calle no puedo disparar, no puedo hacer mi tienda. Aquí en la ciudad no puedo respirar. (…) Capitán, por favor, déjeme ir al bosque, Dersú no puede vivir en la ciudad. Me falta el aire […] tengo que irme, si no, moriré de tristeza.
La visión de la naturaleza
Y ¿quién no lo sabe? El Sol es nuestro padre, pero a veces nos portamos mal y llora. (…) Capitán, el Sol es gente, gente importante. Si el Sol muere, todos mueren.
Llama la atención, y nos hace sonreír tanto a nosotros como a los soldados de la película, la manera antropomórfica de hablar de Dersú. Además, califica moralmente a esa “gente” como buena o mala. No sé si en alguna parte del mundo se sigue hablando así. Pero si es así, lo más seguro es que sea estadísticamente excepcional. Que Dersú hable de “gente” para referirse a astros y realidades vivas de la taiga no es una forma animista de hablar. Creo que es una manera, bastante acertada en mi opinión en determinados contextos, de nombrar las cosas en su dimensión activa, en analogía a los seres humanos que actúan. El resto de los animales también actúa (cada especie a su manera); y los seres no vivos ejercen influencia a su alrededor, con lo que calificar su estar influyente como acción beneficiosa o maligna no es desacertado.
Por otro lado, la calificación moral se entiende mejor si es como lo dicho antes: beneficiosa o perjudicial para nosotros o para otras “gentes”. Esta es a veces una manera pobre de ver la moralidad ya que esta no depende solo del beneficio mayor o menor que reciben otros, sino de si la acción, por sí misma, tiene una identidad bondadosa o maligna. Pero esto solo se puede aplicar a seres morales, a nosotros. A los demás, que propiamente no son libres, solo se les podrá juzgar como hace Dersú, por las consecuencias de sus acciones, de su estar.
Pero más allá de todas estas consideraciones, se desprende una forma de mirar a la naturaleza como la de una realidad no del todo extraña para el ser humano. Para Dersú está claro que nosotros formamos parte de esa naturaleza. Y nuestro comportamiento tiene que ser armónico con el conjunto de “reglas” que rigen el mundo natural. Aquí también hay respeto por los demás seres naturales. Dersú los caza como otras especies cazan a miembros de otras especies. Pero parece que hay reglas que no se deben traspasar, que hay poderes grandes de los que hay que protegerse. La historia de su relación con el tigre siberiano es particular al respecto.
Hay que respetar las reglas de la naturaleza que puede ser muy poderosa hasta el punto de poner en peligro sus vidas (las escenas del río al que cae Dersú, la noche en el páramo helado de los protagonistas). Esta naturaleza tan poderosa y bella va cediendo terreno a espacios urbanizados. La huella de la acción humana sobre el mundo natural es incontestable y muchas veces excesiva, incontrolada, sin respetar las reglas. Aunque la película no se adentra en la problemática ecológica, sí pone las bases para una conciencia ecológica fuerte al hablarnos de la naturaleza por sí misma.
La película cuenta la historia como un recuerdo. Las dos partes en las que se divide empiezan con la voz en off del Capitán Arséniev que nos introduce en la historia. Son dos flash back en realidad los que componen la película en las que el capitán recuerda la relación con su amigo fallecido. Sabemos desde el principio que ha muerto hace algunos años. Se cuenta algo pasado que acabó, se recuerda una amistad, y esto da un tono de añoranza a la película.
Hay una bellísima canción de aire popular que entonan el grupo de soldados hacia el final. Refleja de manera metafórica el modo de ser de Dersú, el aprecio y respeto que ha despertado en todos. Esta canción es un resumen de esta delicada película, un canto a la amistad y un homenaje a la naturaleza de la que formamos parte.
Águila gris de mi suelo…
¿dónde fue tu largo vuelo?
Crucé en mi vuelo las montañas
donde reinaba la calma…