“Knight of Cups” (2015), de Terrence Malick. “Empezar”

Knight of Cups es una película escrita y dirigida por Terrence Malick, estrenada en 2015. Con una estética de autor muy marcada, es su séptimo largometraje, y antecede a Song to song de 2017, película ya comentada en este blog. El tema principal de Knight of Cups es el sentido de la vida, visto desde su ausencia aunque con una apertura esperanzada, en el marco de las relaciones personales.

El estilo de Mallick, que gusta y disgusta con intensidad a unos y a otros, es muy radical en sus formas. El montaje con saltos bruscos, una historia no lineal, la belleza plástica de las imágenes (otra vez con Emmanuel Lubezki como director de fotografía), el uso de la voz en off de tono pausado, reflexivo, sereno, el acompañamiento de la música que forma un todo con las imágenes de tono lírico… Estos rasgos estilísticos hacen de la película una propuesta no habitual y dotada de mucha fuerza.

Cate Blanchett y Christian Bale en Knight of Cups, Mallick, 2015

La acción de Knight of Cups se desarrolla en Los Ángeles. El protagonista es Rick (Christian Bale), un guionista de cine exitoso que está pasando por una aguda crisis existencial. La película describe sus dos mundos de relaciones personales (que no se cruzan en esta historia): con su padre y su hermano, por un lado, y con una serie de mujeres, por otro. Los pensamientos expresados en off por los distintos personajes, son el  núcleo de sentido de la película. Son los pensamientos y sentimientos, gritos y quejas, de cada uno, a veces verdadero diálogo de soliloquios. También se habla, aunque no mucho, “en voz alta”, mezclada de vez en cuando con la misma voz en off. Es llamativo que el protagonista apenas pronuncia unas pocas palabras en toda la película. Además, el director nos lo muestra muchas veces solo en medio de otros, con una expresión de búsqueda vital (aunque el actor no se distingue por su capacidad expresiva, la verdad).

Rick aparece viviendo solo. Sabremos luego que ha estado casado y que mantiene relaciones con varias mujeres a lo largo del tiempo. Por otro lado, aparece Joseph,  el padre (Brian Dennehy), ya mayor y a veces un poco desorientado. Barry (Wes Bentley) es su hermano pequeño. Se menciona la muerte de un tercer hermano. La madre aparece en una sola escena.

Dos frases del protagonista enmarcan la obra. La primera:

Tantos años viviendo la vida de alguien que no conocía.

La última:

Empezar.

Ambas expresan la constatación de la crisis y  la voluntad de reanudar una vida orientada. Entre las dos, la película, el proceso dramático de una vida que busca.

La crisis de sentido de Joseph, el padre

Varias escenas salteadas a lo largo de la película nos narran las relaciones de Rick con su hermano menor y con su padre. El hermano pequeño es expresivo: manifiesta dolor, desorientación, rencor por su padre. Admira a su hermano, pero las heridas familiares parecen profundas. El padre aparece y está muy presente con sus pensamientos íntimos sobre sí mismo y sus hijos, especialmente sobre Rick, el mayor, protagonista de la película. Le dice a Rick:

Crees que cuando llegas a cierta edad las cosas empezarán a tener sentido. Y luego descubres que estás tan perdido como lo estabas antes. Supongo que ese es el castigo divino. Las piezas de tu vida nunca llegan a encajar. Están ahí, sin más.

Son duras estas palabras. Hablan de una decepción, de una gran frustración. La esperanza en hallar sentido que se esperaba encontrar con el paso de los años, no se cumple. En la película se constata esta situación, no se explica el proceso vital del padre al que ya vemos mayor.

Brian Dennehy en Knight of Cups, Mallick, 2015

Me gusta el sentido primero de la palabra “orientación” u “orientar». Estar orientado es saber dónde está el oriente, uno de los puntos cardinales. Tener esa referencia permite saberse situado en un espacio que puede ser abrumador por su magnitud. La película expresa muy bien la desorientación de este personaje: las piezas no acaban de encajar y, por lo tanto, no ofrecen una imagen global que sea inteligible. De hecho, a veces parece que el personaje sufre algunos síntomas de deterioro cognitivo con lo que la sensación de pérdida que transmite es muy grande. Esta desorientación, este experimentar el estar perdido  y no saber hacia dónde caminar es muy fuerte, se vive con un gran sufrimiento.

La desorientación de Joseph, padre del protagonista, está unida a un hecho traumático: la muerte de un hijo. Se nos dice en un momento que esa muerte cambió las relaciones familiares (como tristemente tantas veces ocurre). Al dolor de la muerte de un hijo, de un hermano, se sumará el sufrimiento del cambio en las relaciones familiares que están afectadas por esa pérdida. En la película es el tiempo de los reproches del hijo menor, de la impotencia del padre que ha tropezado con esta enorme dificultad y que todos han sufrido.

En la película, Jospeh nos da una visión religiosa al hablar del castigo divino. La idea de castigo supone la de culpa. De hecho, el mismo personaje reza una petición con intensidad en un momento de la película:

¡Ten piedad de mí! Apelo a tu bondad inagotable, a tu inmensa compasión. Borra mis pecados.

El padre también dirige su pensamiento al protagonista, a Rick.

Hijo mío, eres clavado a mí. ¿No llegas a entender tu vida? ¿No logras encajar las piezas? Clavado a mí. Un peregrino en esta tierra. Un forastero. Fragmentos. Pedazos de un hombre.

El padre ve que Rick también sufre por esta desorientación vital, lo cual suma otro sufrimiento más a los ya mencionados. Describe de manera muy expresiva la situación vital resultado de la crisis: ser “pedazos de un hombre”. A las piezas del puzzle que están sueltas, que no encuentran su sitio,  les corresponden los pedazos de humanidad, la falta de integración de la vida, la dispersión. Hay una correlación entre la falta de visión de unidad de lo real y la falta de unidad de quien no encuentra sentido en la vida.

Joseph utiliza otra metáfora para describir esta situación. Eres “un peregrino en esta tierra”, le dice a Rick. “La película toma inspiración y cita literalmente fragmentos de El progreso del peregrino de John Bunyan, el Himno de la perla de los evangelios apócrifos de los Hechos de Tomás, el relato del exilio occidental del filósofo persa Sohrevardi y hasta de la segunda temporada de la serie Twin Peaks” (cita tomada de aquí). Al comienzo se narra como cuento esta leyenda que, más tarde se entenderá, como clave hermenéutica de la trayectoria vital del protagonista  usando un símbolo tradicional y muy expresivo para nombrar una situación humana fundamental.

La palabra “peregrino” (o “peregrinar») tiene un sentido algo ambivalente. En el ámbito religioso, peregrinar es ir, normalmente andando, hacia algún sitio que ha destacado en la historia de fe de un pueblo. Este lugar orienta al peregrino porque sabe cuál es la meta. El carácter espiritual de esta práctica, que también incluye la búsqueda existencial y el entrar en uno mismo para analizar la propia vida, está muy subrayado en esta concepción. De aquí también se deriva el tópico, también literario, de considerar al ser humano como homo viator, ser en vía, en camino. La interpretación cristiana tradicional del ser humano como “ser en camino”, de ser peregrino, es la consideración del ser humano como alguien que está en camino hacia Dios, hacia la vida eterna. Este mundo, es así, un sitio de paso, no algo definitivo.

Pero hay otro sentido usual referido a ser peregrino: el andar por tierras extrañas, el ser forastero. En este otro significado de la palabra no hay una meta que oriente el caminar; se subraya la extrañeza del lugar por el que se camina. La desorientación, la crisis, se explica no solo por no saber dónde está la meta, sino por la extrañeza, porque consideramos que estamos fuera de sitio, porque no encontramos nuestro lugar propio. A pesar de todo esto, el padre espera, confía, en el hecho de que su hijo pueda encontrar sentido.

Hijo mío, te conozco. Sé que tienes alma.

Hijo mío. Recuerda.

En un momento expresa su pensamiento/deseo a su padre:

¿Por dónde empiezo? Padre, dame valor, fuerza.

Tenemos en nosotros mismos la fuente a la que podemos acudir. Tenemos alma, dice el padre, aludiendo a la dimensión espiritual de la vida, constitutiva de todo ser humano, aunque la haya podido olvidar. Recuerda lo que eres, ahí puedes encontrar luz parece decir/desear el padre al hijo. De hecho, hay unas palabras que están dichas en los comienzos de la película (no sé quién las pronuncia), que hablan de esta esperanza, palabra final de la historia.

¿Ves las palmeras? Demuestran que todo es posible.

Puedes ser lo que quieras, hacer lo que quieras, empezar de cero.

La crisis de sentido de Rick, el hijo

Rick está viviendo una crisis. Él también se siente perdido y se pregunta por su situación.

¿Cuándo me equivoqué?

La pregunta hace referencia a una responsabilidad personal aunque no es un acto o hecho concreto al que alude. Al contrario: habla de una etapa larga de su vida, casi a su vida entera.

Me he pasado treinta años sin vivir la vida. Más bien echándola a perder, y la de los otros. No me acuerdo de lo que aspiraba a ser.

El hilo argumental fundamental de la película es el que sigue las sucesivas relaciones y encuentros que mantiene el protagonista con diferentes mujeres. Con estas historias que apuntan a diferentes actitudes vitales se va forjando un retrato del protagonista. Aunque no queda del todo claro el orden cronológico, parece hacer referencia a la última etapa de la vida.

Escena de  Knight of Cups, Mallick, 2015

Además de las relaciones, los escenarios donde discurren las acciones son significativos.

  • La calle. Varias veces van andando los personajes por las calles de la ciudad. Son sitios normales, no “postales”, paseos turísticos para el espectador. En esa normalidad de la ciudad real que se presenta destaca la presencia repetida de mendigos, de personas que viven en la calle.
  • Las fiestas. Son lujosas, en casas con terrenos enormes y piscinas. El contraste con la calle es enorme. Muchas personas, entre ellas, varios actores conocidos (Antonio Banderas interpretando a un actor famoso, seguramente a sí mismo), y él solo en medio de la multitud.
  • Paisajes naturales captados con gran belleza. Planicies en las que Rick está solo, o playas en las que está acompañado. Son momentos de serenidad interna y externa.

En estos escenarios, varias historias. La película, de hecho, está dividida en capítulos con títulos tomados de cartas del Tarot (como el mismo título de la película). Hay una escena donde Rick acude a una echadora de cartas, cartas  que se convierten en símbolos evocadores de actitudes humanas básicas. No creo que el sentido de la película se encuentre en las cartas, pero sí sirven para pautar y ordenar la narración, para acentuar diversos aspectos.

Por un lado, hay una crítica constante al hedonismo como estilo de vida. Las fiestas y su estancia en Las Vegas subrayan mucho este aspecto. Esta crítica es más fácil de hacer ante el lujo y la presencia de lo estrafalario, ya que puede ser una actitud vital presente en quienes no accedemos a esos estilos de vida.

En esta ciudad de Las Vegas dice Rick,

Y el mundo me puso en un espejo. Toma, coge lo que quieras. Todo puede ser tuyo.

Este espejismo de omnipotencia vital emerge en esta ciudad que parece ofrecerle cualquier clase de diversión. Al ser Las Vegas el retrato de su deseo en esa etapa vital, parece que puede colmar sus anhelos. Pero siempre aparece el lado opuesto.

Me puede el deseo. Voy a echar mi vida a perder.

Algunos deseos (los que asociamos al hedonismo) le pueden. O sea, unos deseos vencen a otros. En una frase ya citada afirmaba: “no me acuerdo de lo que aspiraba a ser”. Esta aspiración, verdadero deseo fontal, ha perdido fuerza, atractivo… Esta pérdida es una desconexión de sí mismo y de la realidad. Alguna de sus amigas parece aceptar que esta vida en la que “todo puede ser tuyo” no es real, y sin embargo (le dice su amiga Karen en Las Vegas – Teresa Palmer-):

La vida real es muy difícil de encontrar. ¿Dónde está? ¿Cómo se llega? … Pruébalo todo. ¿Por qué no?

Otra dice:

Vivimos como nadie ha vivido antes. Al límite.  Veo cómo me miras. ¿Crees que yo podría volverte loco? ¿Arrancarte de tu caparazón? ¿Hacerte sufrir? No quieres amar, quieres experimentar el amor.

Christian Bale en Knight of Cups, Mallick, 2015

Es Nancy (Cate Blanchett), la mujer con la que estuvo casado y con la que tiene un intenso encuentro, la que define bien la situación de Rick:

Cambiaste. El mundo te alienó más y más. Te volviste arisco, casi animal. Quería que te alejaras de los peligros de la vida de un joven. Ambición. Miedo. No puedo ayudarte a quedarte en el bien. Nunca quisiste estar dentro de nuestro matrimonio. Y fuera tampoco. Fuiste sincero con tus promesas. Aún así, no las hiciste de corazón.

Rick reconoce que “de joven tenía miedo, miedo a la vida”. Ahora, la fuerza de algunos deseos parecen no corresponder con su deseo de fondo. Por eso considera que se pierde, que no está orientado. Experimenta la dificultad de la falta de unidad vital. Pero quiere crecer. Y esa voluntad, resto de la vida verdadera que hay en él, es la fuente de la visión esperanzada en medio de la dificultad, como también lo es la historia de amor con su mujer, en la que reconoce:

Tú me diste paz. Me diste lo que el miedo no puede dar. Compasión. Amor. Alegría. Todo lo demás es bruma, niebla. Quédate conmigo.

La importancia del amor

Todos los personajes de la película sufren. Las mujeres con las que Rick se relaciona también expresan sufrimiento. Elizabeth (Natalie Portman), una mujer casada:

El amor es tan infrecuente que cuando lo encuentras no puedes cuestionarlo ni dejarlo ir.

Natalie Portman en Knight of Cups, Mallick, 2015

Una frase de contenido fuerte. No quiere poner en cuestión si amar a un hombre que no es su marido es correcto o no. Es tan importante el amor, y tan infrecuente, que hay que cogerlo. Esto revela un poso de tristeza. El amor es lo importante, es la clave del sentido. En su siguiente película, Song to song, Malick nos cuenta el anhelo del amor que define la vida de la protagonista. El amor es el motor de la vida. De hecho el caballero de copas, carta del tarot, simboliza el romanticismo, la promesa del amor.

 

Conclusión

¿Qué piensas de mí? ¿Que te lance un hechizo? ¿Que te haga soñar? Los sueños están bien, pero no puedes vivir de ellos. Hay otro sitio al que tenemos que ir. Lo sé.(Helen, Freida Pinto)

Esta frase de una de las amantes del Rick sintetiza bien el contenido de la película. Una película dura porque nos retrata una falta de sentido muy fuerte, que además es vivida por varios personajes en diversos grados. Pero es una visión esperanzada, abierta.

No en vano, la última palabra, como ya mencioné al comienzo, es “empezar”.

++++

La música tiene una presencia poderosa. Un tema que se repite pertenece a la conocida obra de Vaughan Williams, Fantasia on a theme of Thomas Tallis. Para quien le interese puede disfrutar de esta versión.

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